jueves, 4 de noviembre de 2010

1.Eros y Psique... la belleza y el amor.

Desde que conocí el mito de "Eros y Psique", siempre me ha fascinado. Es para mí una hermosa forma de entender comportamientos primitivos, la historia arquetipal por excelencia de la búsqueda del amor humano, del caminar del alma, de lo terapéutico. Un mito cuyos más antiguos escritos vienen del Siglo II a.C. Dedicaré las siguientes ediciones a analizar cada parte, colocarla en remojo, a digerirla. Agradezco a todos sus comentarios y aportes


"En cierta ciudad un rey y una reina tuvieron tres hijas que llamaban la atención por su belleza. Sin embargo, la belleza de la menor era distinta. Psique era tan extraña y maravillosa que cualquier palabra era pobre para describirla o elogiarla: “la voz humana no tenía palabras para expresarla ni ponderarla adecuadamente”. Todos los ciudadanos del pueblo y de tierras muy lejanas venían atraídos en multitudes a contemplar a Psique y se quedaban atónitos a la vista de tanta belleza. Al verla levantaban su mano a sus labios y veneraban a la joven con devota adoración. Y le rezaban como si fuese la mismísima Afrodita. La fama de la adoración de Psique se extendió por el mundo entero y se decía que la diosa Afrodita había decidido manifestarse en su divinidad a todo el mundo y moraba entre los mortales. Se contaba que del cíelo había bajado el rocío que había hecho aparecer a la propia Afrodita en toda la gloria de su juventud." (Mito Eros y Psique - II a.c.)
Al ver la imagen de Psique la confundimos con la de Afrodita. Es decir cuando tratamos de reparar en el alma 'psique' nos confundimos con lo sexual 'afrodita'. En la llamada psicología profunda, desde sus inicios, encontramos la misma confusión, pues lo que debió ser el estudio del Alma 'Psique' se convirtió en estudio de lo sexual 'Afrodita'. Pero la confusión persiste porque es inherente a lo psíquico. Es como si lo sexual estuviera constantemente mortificando a lo psíquico y profundizando la confusión inicial.” López-Pedraza.

Como seres humanos nos enamoramos de la belleza. Podemos vernos atraídos por la belleza externa, pero en definitiva nuestras almas buscan una belleza integral, la belleza del alma, la belleza que es capaz de transformarse, de crecer, de adultez y que pasa a ser fuente de belleza exterior, aquella que brilla desde adentro y que no simplemente es un caparazón como lo es Afrodita.
 
La mujer que es hermosa en su integralidad es aquella que lo es desde su más profundo ser, la que está dispuesta a hacer las tareas del amor y caminar en la adultez. Por esto siempre se planteará el tema del conflicto entre estas bellezas, la de Psique (el alma) y la de Afrodita (lo erótico) porque para Afrodita, que tan solo es un pitillo (plástico por fuera y vacía por dentro), le es inalcanzable la belleza de Psique, por ello la envidia profundamente y se esmera por hacerle la vida imposible.
Lo cultural está lleno de Afrodita, top model, belleza efímera que el mundo busca desesperadamente retener, anestesiándose para no tener arrugas, ni por risa ni por llanto. Esmerándose por hacer ver en el otro que la única belleza es la externa. Solo cuando podemos salir de esta vorágine cultural podemos comenzar a observar bellezas distintas y completas, las que provienen de lo íntimo.
Entre las características de Psique la más loable es la madurez, la adultez la capacidad de enfrentar las situaciones y construir en ellas algo más verdadero. Psique no huye, no tiene salidas infantiles, no escapa. No es como los chicos de ahora que publican en internet un mensaje para terminar con la novia, o como aquellos que le envían un mensaje de texto a la novia para acabar con la relación. No, Psique es madura, ella enfrenta las situaciones con todo lo que es y tiene.



A veces estamos tras un mito, un príncipe azul, una “top model”... y esto no es más que reflejo de la trampa de la soledad que nos hemos construido a nuestro alrededor. Pero esto caduca, el alma le pone fecha de vencimiento y nos obliga a sanar nuestras heridas e ir en pos de algo verdadero.




1 comentario:

  1. Hola Alfredo!
    Me encanta como manejas la responsabilidad, la madurez del amor, de los afectos y las acciones que tienen consecuencias en nuestra pareja o familia.
    Gracias por compartir este espacio.
    Carinos.
    Yamile

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