viernes, 27 de agosto de 2010

Hombre no es el que enamora a muchas mujeres ... sino el que enamora muchas veces a la misma mujer.

El enamoramiento es una parte esencial del amor, es esa primera etapa donde el Eros actúa, dónde el cuerpo y la química, andan a sus anchas ... es la etapa de la ilusión. Toda relación humana está destinada a cumplir con un ciclo. Ilusión, Desilusión (crisis), (en este momento del ciclo se presentan dos opciones, la infantil: huida o la madura: reconstrucción, si pasa por la madura se cierra el ciclo en ilusionarse de algo más cercano a lo verdadero, si la opción es la infantil el ciclo se cierra en ilusionarse de otra persona distinta. En la adulta hay crecimiento, en la infantil un ciclo desesperado de fracasos y huidas. Esto último es típico del síndrome de casanova.

El conflicto profundo con la figura femenina que genera al casanova y al homosexual, no son más que lados opuestos de la misma moneda de lo infantil. El homosexual inconscientemente, frente a una madre dominante y omnipresente, realiza la promesa de "no tener en su vida otra mujer más que ella", en un acto de rebeldía el homosexual enamorándose del mismo sexo soluciona su conflicto y logra no tener en su vida otra mujer que suplante a su madre. El casanova posee en su psique el mismo acuerdo, "que en su vida no haya otra mujer que pueda suplantar a su madre", solo que opta por enamorarse de manera permanente de un sin número de mujeres, sin quedarse con ninguna de ellas, solucionando el mismo conflicto pero de manera distinta, adaptándose a lo que le propone el colectivo.

En definitiva hombre es: el que enamora muchas veces a la misma mujer, el que siempre opta por la adultez, el que aprende, enfrenta y reconstruye ante cada crisis. Y entiende que esta misma mujer, está viva, cambia y crece a su lado, que conoce cada vez más, que transita a tu lado, que vive las mismas alegrías y desvelos es la compañera de una vida que se construye en comunidad y tiene como propósito común el encuentro del amor veraz.

domingo, 15 de agosto de 2010

Acepto mi responsabilidad...

El involucrase con la responsabilidad por las decisiones tomadas son a la vez: un derecho y un privilegio.

¿Estás viviendo en tu vida el valor de la "responsabilidad" como cierto?

¿Cuentas con todas las herramientas necesarias para tomar decisiones en tu vida?

¿Cómo tomas tus decisiones?

Tus decisiones dependen de donde se encuentre tu poder personal.
¿Dónde reside tu poder personal? En lo que té estas diciendo permanentemente a ti mismo. Vive en la posibilidad de escucharte.

"Si te sientes lastimado por algo que no es como a ti te gustaría no es eso lo que más té afecta sino la conversación interna que tienes sobre ella y solo tu tienes el poder de cambiar dicha conversación". Quiero que elijas un espacio de acción y observes dónde te encuentras.

Tarea día 16: El amor intercede.

Comienza a orar hoy por el corazón de tu cónyuge. Ora por tres áreas específicas en las que deseas que Dios obre en su vida y en tu matrimonio.

¿Alguna vez experimentaste el poder de la oración? ¿Fué fácil o resultó extraño para ti?

No puedes cambiar a tu cónyuge, no importa cuánto lo desees, no puedes hacer el papel de Dios y llegar a su corazón para transformarlo en lo que quieres que sea. No se trata de cambiar al otro, se trata de que te atrevas a amar. Si tomas el desafío en serio, es probable que experimentes un cambio radical en ti. Y si llevas a cabo cada desafío, es probable que tu cónyuge se vea afectado y que tu matrimonio comience a florecer frente a tus ojos.
Sin embargo no puedes hacerlo solo. Necesitarás algo que tiene más poder que cualquier otra cosa que tengas. Se trata de la oración eficaz. Hay algunos elementos claves que deben estar en su lugar para que la oración sea eficaz. El primer requisito es un corazón humilde que tiene una buena relación con Dios, y comienza con el agradecimiento, y la alabanza, solo después pedimos. El segundo requisito es comenzar pidiendo la presencia del Espíritu Santo en tu oración y en tu vida. El tercero es que lo hagas en secreto, en silencio, detenido, dándole la importancia que tiene a quien oras.

(Síntesis del libro: El desafío del amor, atrévete a amar. por Stephen y Alex Kendrick con Lawrence Kimbrough pp. 76-79)

miércoles, 11 de agosto de 2010

Tarea día 15: El amor es honorable.

Elige una manera de demostrarle honor y respeto a tu cónyuge que sea diferente de lo habitual. Quizá sea abrirle la puerta a tu esposa. Tal vez sea guardarle la ropa a tu esposo. Quizá sea la forma en la que escuches y hables cuando se comuniquen. Muéstrale a tu cónyuge que lo tienes en alta estima.


Honrar a alguien significa respetarlo y tenerlo en alta estima, tratarlo como una persona especial y de gran valor. En especial, esto es cierto en el matrimonio. Honrar a tu pareja significa prestarle toda tu atención, en lugar de hablarle desde atrás de un periódico o un televisor. Cuando se toman decisiones que afecten a ambos o a toda la familia, le das la misma importancia en tu mente a la opinión de tu cónyuge. Honras lo que tiene para decir. Nadie puede competir en tu corazón con una persona que para tí es santa. Es sagrada, alguien a quien honrar, alabar y defender. Cuando dos personas se casan, cada cónyuge pasa a ser santo para el otro, mediante la santidad inherente al matrimonio. Esto significa que ninguna otra persona en el mundo debe disfrutar de este nivel de compromiso y expresión de afecto de tu parte. La relación entre ustedes no se compara a ninguna otra. Compartes la intimidad física sólo con ella, sólo con él. Estableces un hogar con esta persona. Tienes hijos con ella. Tu corazón, tus posesiones, tu vida misma deben estar absortos en este lazo singular que compartes sólo con esta persona.

¿Tu cónyuge diría que lo honras y lo respetas?

Quizá, no lo sientas, y tal vez por una buena razón. Tal vez quisieras que algún desconocido pudiera ver cúanta falta de respeto recibes de parte de tu esposo o esposa. Sin embargo con el amor las cosas son distintas. El amor honra aun cuando lo rechazan; trata a su amado como alguien especial y sagrado aun cuando lo único que recibe a cambio es una actitud desagradecida. Por supuesto, es maravilloso cuando los dos esposos están unidos en este propósito, cuando siguen el mandamiento bíblico de ser "afectuosos unos con otros" en amor y se dan preferencia el uno al oro (Rom. 12,10) Tengan todos en alta estima el matrimonio y la fidelidad conyugal (Hebreos 13,4).

No obstante , cuando tus intentos de honra no son correspondidos, debes honrar igualmente . El amor se atreve a hacerlo; a decir: "Valoraré nuestra relación por sobre todas las demás. El mayor sacrificio que esté dispuesto a hacer, lo haré por ti. Con todos tus fracasos, tus pecados, tus errores y tus defectos (pasados y presentes) igual decido amarte y honrarte." Así se crea una atmósfera para reavivar el amor. Así guías tu corazón a volver a amar de verdad a tu cónyuge. Y eso es lo bueno del honor.

(Síntesis del libro: El desafío del amor, atrévete a amar. Por Stephen y Alex Kendrick con Lawrence Kimbrough. pp 71-74)

martes, 10 de agosto de 2010

Tarea día 14: El amor se deleita.

Con determinación, deja de lado una actividad que hagas en general para poder pasar tiempo de calidad con tu cónyuge. Hagan algo que a tu cónyuge le encantaría, hacer un proyecto en el que sabes que quiere participar. Simplemente pasen tiempo juntos.


Eclesiástes 9,9

Una de las cuestiones más importantes que aprender en este viaje del desafío de amar es que no puedes simplemente seguir tu corazón. Debes guiarlo. No debes permitir que tus sentimientos y emociones te conduzcan.

Es infantil creer que siempre que estés con la persona amada tendrás deseos y sentimientos bellos de amar. La diferencia básica entre amor y enamoramiento estriba en que el primero es adulto y el segundo infantil, en el primero se hacen las tareas del amor, y en el segundo se enamora uno mísmo de sí enamorado, sin conocer en realidad a la persona que ama. El primero es permanente, el segundo pasajero.

Es hora de guiar tu corazón a que se deleite en tu cónyuge. Disfruta de tu cónyuge, búscale su mano, busca su compañía. Una vez más puedes elegir lo que atesoras. No importa si ha pasado mucho tiempo, si han sucedido muchas cosas. Tienes la responsabilidad de volver a encontrar lo que amas de esa persona.

(Síntesis del Libro: El desafío del amor, atrévete a amar. por Stephen y Alex Kendrick con Lawrence Kimbrough pp.66-69)

lunes, 9 de agosto de 2010

Tarea día 13: El amor pelea limpio.

Habla con tu cónyuge con respecto a establecer reglas de juego saludables. Si no está lista para esto entonces anota tus propias reglas personales para respetar durante las discusiones. Decide cumplirlas cuando vuelva a surgir un desacuerdo.

Si tu cónyuge participó ¿cuál fué su respuesta?
¿Qué reglas personales anotaste?

El conflicto en el matrimonio es sencillamente inevitable, como es de inevitable en toda relación humana. Así que no creas que poner en práctica el desafío de hoy alejará todos los conflictos de tu matrimonio. En cambio se trata de abordar el problema de un manera tal que cuando lo atravieses, su relación se vea enriquecida.

En esencia, hay dos clases de límites para lidiar con el conflicto: los límites de pareja y los límites personales.
Los límites de parejas son reglas que los dos acuerdan de antemano, reglas que se utilizan durante cualquier pelea o altercado. Si se violan estas reglas, cualquiera de los dos tiene derecho a hacerlas respetar, con delicadeza, pero de inmediato. Estas reglas podrían incluir:
  • Nunca mencionaremos el divorcio.
  • No traeremos a colación temas del pasado y sin relación.
  • Nunca pelearemos en público ni frente a nuestros hijos.
  • Nos tomaremos un descanso si el conflicto alcanza un nivel peligroso.
  • Nunca tocaremos al otro para hacerle daño.
  • Nunca nos iremos a dormir enojados.
  • El fracaso no es una opción. Pase lo que pase, lo resolveremos.

Los límites personales son reglas que practicas por tu cuenta. Aquí tienes algunos ejemplos efectivos:

  • Escucharé antes de hablar. (Santiago 1,19).
  • Abordaré mis propios problemas con franqueza. (Mateo 7,3)
  • Hablaré con dulzura y no levantaré la voz (Proverbios 15,1).

Pelear limpio significa cambiar de armas; disentir con dignidad. Como resultado, deberías poder tender un puente en lugar de quemarlo. Recuerda, el amor no es una pelea, sino que siempre vale la pena pelear por él.

(Síntesis del libro El desafío del amor, atrévete a amar. Por Stephen Kendrick y Alex Kendrick, con Lawrence Kimbrough. pp. 61-64)

martes, 3 de agosto de 2010

De 53 cmts a 1,83 mts de altura.

El crecer, el cambio, la transformación, según los griegos antiguos, hay dos tipos de procesos de transformación el de Perséfone y el de Psyche, los dos unidos e inseparables, pero muy diferentes el uno del otro.

El de Core-Perséfone inicia en un enamoramiento que lleva a un rapto. Es un proceso de transformación impulsado desde fuera. Que rememora la partera en nuestro nacer. Los forceps del obstetra que nos secuestra a un infierno lleno de frio, luz y ruidos estridentes y metálicos. Una fuerza que te saca, desde fuera, algo externo, incontrolable, que nos lleva a un infierno que exige que transformemos la ingenuidad en fortaleza. La niña ingenua (Core) se transforma en la guerrera que puede con el inframundo (Perséfone). Este proceso se expresa claramente en el sentimiento que viene con la frase: ¿Cuándo pasó esto?, ¡si todo era tan hermoso!, ¿qué hago aquí?

Pero el alma exige crecer, demanda madurez, adultez y responsabilidad, presecia del amor. Fuerzas que vienen desde dentro. El alma (Psyche) guía este otro tipo de proceso de transformación, el asumido, el adulto, el responsable, el que se impulsa desde su interior y nos lleva con nuestros propios pasos al infierno y a través de las tareas del amor transformarnos y salir de él crecidos.

Esto nos obliga a revisar todas nuestras heridas y cicatrizarlas, viviendolas, limpiandolas, sanandolas, prestandoles atención, cuido, amor, presencia ... haciendo las tareas del amor.