lunes, 19 de julio de 2010

Tarea del día 10: El amor es incondicional.

Haz algo fuera de lo común por tu cónyuge: algo que pruebe (tanto a ti como a él) que tu amor tiene su fundamento en tu decisión y en nada más. Lava su automóvil. Limpia la cocina. Compra su postre favorito. Dobla la ropa lavada. Demúestrale amor po la pura satisfacción de ser su compañero en el matrimonio.

En el pasado, ¿tu amor ha estado basado en atributos y en la conducta de tu cónyuge o en tu compromiso? ¿Cómo puedes seguir demostrando amor cuando no es recíproco como esperabas?

El amor sólo puede durar toda la vida si es incondicional. La verdad es la siguiente: al amor no lo define la persona amada sino la que decide amar. La Biblia se refiere a esta clase de amor con el uso de la palabra griega ágape. Es distinto a otras clases de amor: filos (el amor de amistad) y eros (el amor sexual y físico). Por supuesto tanto la amistad como el sexo ocupan un lugar importante en el matrimonio y forman una parte esencial del hogar. No obstante si tu matrimonio depende por completo de tener intereses en común o de disfrutar de una vida sexual saludable, los cimientos de tu relación son inestables.
El amor ágape es desinteresado e incondicional, se manifiesta en la salud y en la enfermedad, en la prosperidad y en la adversidad, en buenos y malos momentos. Esto se debe a que es la clase de amor que Dios tiene.
Si un hombre le dice a una mujer "Ya no estoy enamorado de ti", lo que en realidad está diciendo es: "Para empezar, nunca te amé de manera incondicional". Su amor se apoyaba en sentimientos o circunstancias en lugar del compromiso.
Cuando reconstruyes tu matrimonio con el ágape como fundamento, los aspectos de amistad y romance de tu relación se vuelven más atractivos que nunca. Cuando el disfrute mutuo como mejores amigos y amantes tiene su fundamento en un compromiso inquebrantable, experimentas una intimidad que no puede lograrse de ninguna otra manera.
El amor que todo lo sufre no surge de nuestro interior. Sólo puede venir de Dios. Ya no dirás "te amo porque..." Ahora dirás "Te amo y punto".

(Síntesis del libro: El reto del amor. Atrévete a amar. De: Stephen y Alex Kendrick con Lawrence Kimbrough pp 46-49).

I Juan 4:10
I Juan 4:19
Romanos 5:8
Romanos 8:38-39
I Corintios 13:7

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