viernes, 16 de julio de 2010

Tarea día 8: El amor no es celoso.

Decide transformarte en el mayor admirador de tu cónyuge y rechazar cualquier pensamiento de celos. Como ayuda para que tu corazón se incline a tu cónyuge y puedas concentrarte en sus logros, toma la lista de atributos negativos que hiciste ayer y quémala con discreción. Luego, dile a tu cónyuge cuánto te alegra algo que haya logrado hace poco.

¿Te resultó muy difícil destruir la lista? ¿Qué experiencias positivas puedes celebrar de la vida de tu cónyuge? ¿Cómo puedes alentarlo para que tenga éxito en el futuro?

Los celos son unos de los impulsos más fuertes que el hombre conoce. La raíz de la palabra celos viene del latín zélus, que significa: arder con un fuego intenso. Las Escrituras dicen con claridad: Cruel es el furor e inundación la ira; pero ¿quién se mantendrá ante los celos? (Proverbios 27:4).
Los celos son una lucha común. Se disparan cuando otra persona te eclipsa y obtiene algo que tú quieres. Esto puede ser sumamente doloroso, según tu nivel de egoísmo. Si no tienes cuidado los celos se meten como una víbora en tu corazón y atacan tus motivaciones y relaciones. Pueden envenenarte y evitar que tangas la vida de amor que Dios diseñó para ti. Cuándo te casaste, se te asignó la tarea de transformarte en el mayor animador de tu cónyuge y en el capitán de su club de admiradores. Los dos se transformaron en uno y tienen que participar del placer del otro. No obstante, si reinan los celos, cualquier cosa buena que le suceda a solo uno de ustedes puede ser catalizador de envidia en lugar de felicitaciones.
Como el amor no es egoísta y coloca a los demás en primer lugar, no deja que entren los celos. El amor te lleva a celebrar los éxitos de tu cónyuge en lugar de sentirte contrariado por ellos. A un esposo amoroso no le molesta que su esposa sea mejor en algo, que se divierta más o que reciba más elogios. Percibe que lo completa, no que compite con él.
Cuándo él recibe elogios, le agradece a su esposa en forma pública por su apoyo al ayudarlo a obtener su propio éxito. Se niega a alardear de manera que su esposa no se ofenda.
Es hora de dejar que el amor, la humildad y la gratitud destruyan todo celo que surja en el corazón. Es hora de permitir que los logros de tu pareja los unan y les den mayores oportunidades para demostrar el amor genuino.

(Síntesis del libro: El Desafío del amor. Atrévete a amar. de Stephen y Alex Kendrick con Lawrence Kimbrough pp 36-39).

Proverbios 27:4
Cantar de los cantares 8:6

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