sábado, 18 de marzo de 2017

Día 17 de 40: El amor intercede.

«Querido hermano, ruego a Dios que te encuentre perfectamente bien y que goces de buena salud en tu cuerpo, como la tienes en tu alma.» 3 Juan 2

No puedes cambiar a tu cónyuge. No importa cuánto lo desees, no puedes hacer el papel de Dios y llegar a su corazón para transformarla en lo que quieres que sea. Sin embargo, muchos pasan sus vidas tratando de cambiar a su cónyuge.

La locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes. ¿Pero acaso no es lo que sucede cuando intentas cambiar a tu pareja? Obtienes la mayor de las frustraciones. En algún momento, debes aceptar que es algo que tu no puedes hacer. Sin embargo, hay algo que si puedes hacer. Puedes transformarte en un «agricultor sabio».

Un agricultor no puede hacer que una semilla se transforme en una cosecha fructífera. No sirve enojarse con la semilla, manipularla en terreno fértil, regarla y darle nutrientes, protegerla de las malezas y luego entregársela a Dios. Millones de agricultores se han ganado la vida con este proceso a través de los siglos. Saben que no todas las semillas brotan; pero la mayoría si brotará cuando se la plante en el terreno adecuado y se le proporcione lo que necesita.

No hay garantía de que algo en este libro vaya a cambiar a y cónyuge. En realidad, no se trata de eso. Se trata de que te atrevas a amar. Si tomas este desafío en serio, es probable que experimentes un cambio radical en ti.

Y si llevas a cabo cada desafío, es probable que tu cónyuge se vea afectado y que tu matrimonio comience a florecer frente a tus ojos. Quizá lleve semanas. Incluso puede llevar varios años. No importa cómo sea el terreno que tienes que trabajar, igual debes planear para la victoria. Debes quitar las malezas de tu matrimonio; nutrir la tierra del corazón de tu pareja y luego depender de Dios para los resultados.

Sin embargo, no podrás hacerlo solo. Necesitarás algo que tiene más poder que cualquier otra cosa que tengas. Se trata de la oración eficaz.

Hay algunos elementos claves que deben estar en su lugar para que la oración sea eficaz. Lo primero es un corazón humilde: «Confiesen mutuamente sus pecados y oren los unos por los otros, para ser curados. La oración perseverante del justo es poderosa.» (Santiago 5,16)

Lo segundo es orar por el otro, para que sea curado ¿Alguna vez te preguntaste por qué Dios te deja ver con tanta claridad los defectos escondidos de tu cónyuge? Es para que te pongas de rodillas con eficacia. Nadie mejor que tú sabe cómo orar por tu cónyuge.

Lo tercero es la perseverancia, te vaya bien o vaya mal, con Jesús hasta el final.

DESAFIÓ DEL DÍA.

Ora todos los días por el corazón de tu cónyuge. Ora por tres áreas específicas en las que deseas que se cumpla la Voluntad de Dios en su vida y en tu matrimonio.

Estudia la conferencia de Fray Nelson Medina O.P. Transformados por la Misericordia.
https://www.youtube.com/watch?v=Fcjhvp19CXA

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